Los huevos son una materia prima esencial de cualquier hogar, ahora bien, los que consumimos diariamente… ¿sabemos de dónde provienen?
Éstos deben ir marcados con un código en su cáscara, el primer dígito es el código de la forma de la cría, vamos a ver en qué consiste:
El #3: para huevos de gallinas criadas en jaulas (deberíamos huir de su compra)
El #2: para huevos de gallinas criadas en el suelo
El #1: para huevos de gallinas camperas
El #0: para huevos de gallinas ecológicas
¿Sabemos diferenciar las gallinas camperas de las ecológicas?
Las gallinas camperas son aquellas que están alimentadas con pienso tradicional y viven en naves con acceso al exterior.
Sin embargo, las ecológicas son aquellas que además de criarse en total libertad son alimentadas con pienso sin insecticidas y no transgénicos y gozan de espacio interior y exterior. ¡PITAS PITAS!
¿Y qué mejor que cocinar un huevo frito de un buen huevo fresco?
1- En una sartén pequeña pondremos aceite abundante, dejándolo calentar hasta que empiece a humear.
2- Con un ligero golpe al huevo en el borde del plato éste se habrá abierto, y le echamos una pizca de sal, ya que los huevos de por sí ya contienen sales.
3- Inclinamos la sartén para que el aceite se decante hacia un lado, sobre el que se echaremos el huevo. Después y con una espumadera se va echando aceite hirviendo sobre la yema.
4- Freír un huevo debe hacerse con cierta rapidez, puesto que al quedar la clara cocida y dorada, la yema debe permanecer blanda y jugosa.
¡A DISFRUTAR DEL HUEVO Y A MOJAR PAN!