La paleo dieta es una alimentación basada en lo que teóricamente comían nuestros antepasados en la era Paleolítica, cuando el hombre era cazador-recolector, así pues consiste en comer alimentos como carne, pescado, frutas, verduras, frutos secos, raíces, y evitar las legumbres, los productos lácteos, la sal, el azúcar, los aceites procesados… en definitiva, huir de la comida procesada que tanto nos tiene atrapados.
Nuestro intestino está preparado para ingerir fibras. Cuando le enviamos la comida procesada, a las paredes intestinales les cuesta mucho más movilizar esos alimentos, así como el exceso de sal es dañino, también lo es el abuso del azúcar.
¿Qué comer?
– Intentar conseguir alimentos orgánicos, que sepamos no han sido rociados con insecticidas. Si esto no es posible, lavemos muy bien con agua, los alimentos antes de ingerirlos.
– Aumentar el contenido de fibra que ingerimos, para ello lo mejor será comer frutas, sin quitarle la piel. No sirve beber zumos, hay que comer las frutas. Las nueces son muy buenas porque aportan muchos nutrientes beneficiosos.
– Ingerir alimentos con alto contenido de proteínas, como por ejemplo el pollo es muy bueno para esto. También los huevos de gallina. Si puede ser de fuentes orgánicas, es decir que sepamos que fueron alimentados de manera natural, mucho mejor.
¿Paleo en el mundo actual?
A todos nos gustan los dulces y es difícil decir no a un uno de vez en cuando, o privarse de comer pan, con lo rico que está!!!
Con el ritmo de vida que llevamos en las grandes ciudades es muy difícil ir al supermercado y no encontrar alimentos sin alguna intervención de la industria, la gran mayoría de alimentos que nos llevamos a la boca, han sufrido algún proceso industrial.
Aunque igual no podemos seguir la paleo dieta de manera rutinaria, sí que podemos empezar a eliminar algunos alimentos de nuestra rutina, sino, mirad qué galletas más ricas hacen las amigas de Mycos sin harinas ni azúcares refinados!!